Feltman y el origen de los hot dogs

El hot dog, comida emblemática de Estados Unidos tiene su origen en las salchichas Frankfurt de Alemania.

Origen del hot dog

El hot dog es la comida que mejor que ninguna otra representa el espíritu de los Estados Unidos. Estas pequeñas salchichas se venden en cada rincón del país, en los estadios, playas, cines, restaurantes. Este emblemático producto tiene su origen en la época de reunificación de Estados Unidos, posterior a la Guerra Civil de la década de 1860.

En Brooklyn existe un parque de diversiones, ubicado junto a la playa, el cual está lleno de juegos mecánicos, atracciones y restaurantes que durante más de un siglo han atendido a los trabajadores neoyorquinos.

Es en este lugar donde puede apreciarse el letrero de una pequeña tienda ubicada al lado de la histórica montaña rusa de nombre Cyclone, el letrero reza: “Feltman´s de Coney Island: el hot dog original de 1867”.

Michael Quinn, nativo de Brooklyn e historiador de Coney Island, relata la historia de este establecimiento, según él, en este lugar, un inmigrante alemán llamado Charles L. Feltman fue el pionero en servir hot dogs en los Estados Unidos.

Red hots

Feltman llegó a Estados Unidos en 1856 y, al igual que muchos inmigrantes alemanes de la época, trajo consigo una intensa afición por las salchichas al estilo Frankfurt, muy comunes en su tierra natal. Como era un experimentado panadero, Feltman abrió una panadería en Brooklyn en 1865 y se ganó la vida entregando pasteles a los negocios de Coney Island, con la ayuda de un carrito en el que también vendía almejas.

A finales de la década de 1860, cuando el recién inaugurado tren de Coney Island y Brooklyn trajo a muchas más personas a la costa desde Manhattan, los clientes le solicitaron a Feltman que querían comida caliente y no almejas frías, según palabras del ex editor de la revista American Heritage, Richard F. Snow.

Fue así que, en 1867, Feltman pidió que le adaptaran un brasero a la medida para cocinar salchichas y una caja de metal para calentar el pan en su carrito. Ese verano, cuando gran parte de la nación se estaba recuperando de la Guerra Civil, Feltman vendió casi 4.000 salchichas “Coney Island red hots” montadas en su exclusivo bollo largo.

Fue gracias a ese bollo, una modificación de la forma en que se servían las salchichas en Alemania (sin pan), que la carne fua fácil de comer en la playa. El nombre de “hot dog” aún no se escucharía por aquellos años, pero la versión estadounidense de Feltman en la playa de la especialidad alemana resultó ser todo un éxito.

El Pavilion de Coney Island

Gracias al éxito en las ventas, Feltman alquiló en 1871 un pequeño espacio junto al mar y abrió un restaurante llamado Feltman's Ocean Pavilion. Con el alza de las ventas llegó la expansión y, a inicios del siglo XX, el carrito de Feltman se había convertido en un verdadero imperio.

Sharon Seitz y Stuart Miller en su libro “Las otras islas de la ciudad de Nueva York”, cuentan que Feltman llegó a convencer al jefe del tren a Coney Island, para que extendiera los horarios de servicio para que los clientes pudieran quedarse en Feltman's para la cena.

De esta manera, el local de Feltman se convirtió en una de las grandes atracciones de Coney Island en la segunda mitad del siglo XIX. Durante su apogeo, Feltman legó a producir hasta 40.000 red hots al día y murió en 1910 siendo el dueño de una gran fortuna.

Ocaso y renacimiento

Su compañía recayó entonces en las manos de sus hijos Charles y Alfred, los que empleaban a mas de 1.000 personas. En la década de 1920, Feltman's era considerado el restaurante más grande del mundo. Pero luego vinieron también las épocas difíciles con la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial, la familia Feltman no tuvo más opción que vender su negocio en la década de 1940 y los nuevos propietarios cerraron definitivamente sus puertas en 1954.

El historiador Michael Quinn y sus hermanos crecieron en el sur de Brooklyn y solían pasar mucho tiempo en Coney Island, durante su niñez siempre abrigó la ilusión de abrir un negocio junto a sus hermanos y en 2015 pudo comprar el nombre de Feltman y volver a abrir el restaurante en mayo de 2017 en el mismo lugar original.

Afortunadamente, el abuelo de Quinn era un buen amigo de un antiguo empleado de Feltman que elaboraba los hot dogs. Fue él quien le compartió la mezcla de especias original Frankfurter que Feltman usaba en sus salchichas.

En la actualidad, los hot dogs de Feltman están disponibles en más de un millar de supermercados en Estados Unidos.