Bebidas típicas de España
Elixires inseparables de la cultura española
Elixires inseparables de la cultura española
Cada país cuenta con caldos típicos. Así por ejemplo, México es famoso por su tequila, Perú y Chile por sus piscos, y la Habana por su ron cubano…
Distintas regiones españolas cuentan con bebidas características de su tierra. Así, nos encontramos la sidra en Asturias, la horchata en Barcelona… En estas páginas conoceremos las bebidas típicas de España, cuya personalidad y sabor, amerita una visita a España.
Vinos
Es la bebida por excelencia en España. Se obtiene a partir de la uva. Hay una gran variedad de caldos: Vinos tintos, blancos, rosados, claretes, etc.
Son muy importantes las denominaciones de origen de Ribera del Duero, Rioja, Toro (Zamora) y otras.
Fino
Es un vino típico de Jerez (Andalucía). Se caracteriza por su color amarillo claro y su sabor seco. Se extrae de la uva Palomino. Es ideal para acompañar a las distintas tapas en el aperitivo. Se suele beber bien frío y su graduación alcohólica es de unos 15º.
Sangría
Un buen vino tinto es el ingrediente fundamental para obtener una sabrosa sangría. Seguidamente, se le añade fruta troceada y se endulza con azúcar o sacarina. Finalmente, se le agrega ron o brandy a gusto.
En la mayoría de los bares y restaurantes, la sangría se sirve bien fría, en una jarra de un litro, con una cucharada para evitar que caiga la fruta al servirla. Se deja reposar durante unas horas para que el vino absorba el sabor de las frutas. Seguidamente se puede proceder a su consumo.
Cava
Es un vino espumoso originario de San Sadurní de Noya, localidad del Penedés catalán. Se establece el año 1872 como el punto de partida de toda su elaboración y producción.
El cava se puede degustar durante todo el año, pero en España es ritual tomarlo en Navidad y Año Nuevo. ¡¡¡Hay que brindar con cava por el inicio del Año Nuevo!!!
El más famoso es el catalán, aunque también se elabora en otras localidades españolas: Requena (Valencia), Haro (La Rioja)…
Atendiendo al porcentaje de azúcar que se añade al licor, se distinguen distintas variedades de cava: Brut Nature no lleva azúcar, resulta bastante amargo; Extra Brut puede contar hasta con unos 6 gramos de azúcar por litro; el denominado Brut lleva hasta 15 gramos, el Extra Seco, de 12 a 20 gramos por litro; el Seco de 17 a 35 gramos; el Semiseco puede variar de 33 a 50 gramos por litro; y el Dulce, lleva más de 50 gramos por litro. Así pues, a la hora de almorzar o cenar en un restaurante pediremos un cava u otro dependiendo de nuestro gusto; más o menos dulce.
Sidra
La sidra asturiana es la más famosa en toda España. Cuenta con muy baja graduación de alcohol –menos de 3 grados-, y se extrae de la manzana.
Su sabor tiende a ser ácido, aunque depende de la calidad de las manzanas tratadas y del tiempo de exposición al sol. Se toma bien fría. Es típico escanciar la sidra para servirla. O lo que es lo mismo, situar la botella en alto, con el vaso debajo y dejar caer el líquido para que rompa en el vaso.
La época de su producción y recolección es de febrero a junio. Después, se procede a su embotellamiento con el fin de degustarla el resto del año.
Orujo
Se obtiene de la destilación del bagazo de la uva. Como todo buen aguardiente, es muy fuerte y sus graduación alcohólica puede variar de los 29 a los 40 grados, pudiendo en ocasiones, llegar a sobrepasar los 70 grados. Es típico del noroeste de España.
En los pueblos españoles, era costumbre tomarlo a primera hora de la mañana, con la llegada del invierno, para entrar en calor. También es muy típico un chupito de orujo después de las comidas.
Granizado
Bebida originaria de Barcelona. En verano es una de las bebidas más solicitadas en las terrazas españolas para combatir el calor. El granizado es hielo triturado con el complemento de naranja, limón o coca cola y el añadido de azúcar.
Horchata
También es una bebida típica de los meses de verano. Se toma bien fría. Es una mezcla de chufas, agua y azúcar. La introdujeron los árabes en España a partir de la Edad Media.
La procedencia de su nombre se debe, según una leyenda, a que tras una batalla, estando el Rey Jaime I descansando se le acercó una doncella y le ofreció una bebida de color blanco, dulce y fresca. Tras degustarla, el rey respondió: “Esto es oro, chata”. A partir de ese momento, esa bebida pasó a denominarse horchata.