Los Cavas

Cava español
El Cava español, una delicia al paladar
Foto cortesía de Gelin Garcia

No hay celebración sin un brindis con cava. Esta afirmación es cada día más cierta entre los españoles.

En Navidad, por ejemplo, en España se bebe el sesenta por ciento de la producción nacional de cava, que alcanza ya a más de 220 millones de botellas al año(1).

Hoy este vino con gas es una alternativa de calidad y a un precio razonable frente a los vinos espumosos franceses.

El cava es un vino alegre, chispeante, burbujeante, que tiene su propia identidad tanto dentro como fuera de España. En los últimos treinta años se ha convertido en un competidor del champán francés en la mayoría de los mercados internacionales. Es el segundo vino espumoso más consumido en el mundo tras el vino galo. El suelo, el clima y las variedades de uva dan una personalidad única a los cavas españoles. El cava ha logrado una buena reputación con los amantes de la buena bebida, aun mejor que los espumantes californianos, chilenos y de otras partes. Esto sin considerar el precio, ya que una buena botella de cava está en el rango de los $50 mientras que el champagne francés de calidad similar sobrepasa los $150.

Desde 1972, el cava tiene su propia Denominación de Origen (D. O.), pero ésta no es sólo una clasificación geográfica y legal para proteger la identidad y calidad propias de un producto agrícola único. Toda una cultura, unas costumbres y unas tradiciones de la gente que los elabora están detrás de la D.O.

Uvas blancas autóctonas

Según datos del Consejo Regulador del Cava (2), las primeras botellas se elaboraron en España en 1872, siguiendo el método tradicional de la segunda fermentación en botella, por eso es tan característico, robusto e importante el diseño de sus envases de vidrio. La Región del Cava, en donde se produce la mayor parte de este vino espumoso, se encuentra en la Comunidad Autónoma de Cataluña, en el noreste de España, próxima a la frontera con Francia.

La capital mundial del cava es la localidad de San Sadurní d’Anoia, cerca de la ciudad de Barcelona.

Pero hoy más de 160 municipios repartidos por toda España son productores de este vino con gas.

Comidas, aperitivos y postres

La Denominación de Origen Cava está elaborada con uvas blancas autóctonas, con un carbónico natural. Aparte de para brindar, se está extendiendo su consumo como acompañante de unas buenas viandas. Especialmente las variedades Brut o Brut Nature son indicadas para acompañar la comida, como aperitivo o con platos muy elaborados. Para los sumeliers, los cavas casan muy bien con las recetas que poseen altos contenidos en grasa y los cavas rosados, también muy apreciados, aunque más complejos de saborear, se emplean mas para acompañar platos aderezados con frutos rojos, frutos secos con pollo o con carnes suaves.

Buenos maridajes

Dependiendo de su contenido en azúcar -brut, secos, semisecos, o dulces- se paladean con unas viandas u otras. Los dulces, con más de cinco gramos de azúcar por litro, son los más adecuados para ser degustados con los postres. Los brut nature y extra brut siempre con las comidas, ya que encajan muy bien con los aperitivos, pescados ahumados, embutidos, mariscos, platos de pescados, carnes ligeras y ensaladas sin mucho vinagre. Los secos pueden servirse también con los aperitivos y con los postres. La paella, por ejemplo, hace muy bien maridaje con el cava seco.

Así que sirvámonos una copa tipo flauta bien larga, enfriemos una buena botella de cava en la nevera (nunca en el congelador pues pierde sabor y aroma) o sumergiéndola en una gran cubitera con muchos hielos y agua. Si son pequeñas las burbujas que ascienden por la copa a toda velocidad y forman rosarios o hileras rápidamente y después una gran corona de espuma, estaremos ante un gran cava. Así que disfrutemos plenamente del momento.


(1) (2) Consejo Regulador del Cava - http://www.crcava.es/consejo.htm