Los niños en la cocina
La cocina se constituye en un espacio de aprendizaje para los niños donde puede aprender ciertas habilidades y, a la vez, derrumbar algunos prejuicios.
La cocina se constituye en un espacio de aprendizaje para los niños donde puede aprender ciertas habilidades y, a la vez, derrumbar algunos prejuicios.
Desde niños hemos sentido una curiosidad innata por saber qué se hacía exactamente en la cocina. Qué era lo que se preparaba entre ollas y sartenes. Cómo se freía un huevo o se preparaba un determinado alimento. A los niños les encanta entrar en la cocina de vez en cuando, ya sea para curiosear o meter el dedo en la masa de algún postre listo para hornearse. Pero muchos niños se quedan ahí y nunca darán un paso más allá, lo cual puede ser un error. Lo ideal sería inculcarles que cocinar no es un acto que se realiza solo en ocasiones festivas, sino que forma parte de la rutuna diaria, ello es beneficioso cuando se trata de aprender hábitos saludables y de autonomía.
La cocina no es un lugar peligroso para los niños como muchos adultos piensan, sino un espacio maravilloso donde puede descubrir procesos mágicos. Procesos que transforman elementos sueltos como son los ingredientes, en deliciosos platos. En ese sentido, no debemos permitir que los niños sean solo espectadores, que se queden como sujetos pasivos sentados en la mesa a la espera de la llegada de la comida. Deben aprender que un plato final implica un proceso, esfuerzo, dedicación, cultura y tradición. Aprender a cocinar ayuda también a aprender a comer bien, a probar cosas nuevas, a investigar y a saber qué comemos. A preferir las elaboraciones propias y descartar los platos precocinados. Aprender a cocinar ayuda a eliminar prejuicios y roles asignados a cada sexo.
La cocina no es peligrosa para los niños
Ante todo, debe quedar claro que la cocina no es peligrosa para los niños. Es preferible enseñarles desde pequeños que la cocina es un lugar donde hay que hacer las cosas con cuidado y atención; sobre todo cuando se trata de manipular los cuchillos. Al inicio habrá cosas que tendrán que hacer exclusivamente los adultos, pero luego, de manera autónoma y con cuidado pueden ir desarrollándolo ellos poco a poco. Hacer las cosas con miedo en la cocina es lo peligroso, hay adultos que temen el aceite y lanzan las croquetas, y es justo eso lo que provoca que salte el aceite. Hay que entender que la cocina no muerde. Muchos padres son reacios a meter a los niños a la cocina por las prisas que tenemos y porque ensucian, pero es importante meterlos en la cocina y ver en qué pueden ayudar.
Aprendizaje del niño en la cocina
¿Qué aprende un niño cuando cocina? Pues muchas cosas, desde psicomotricidad fina, pero, sobre todo, autonomía y aprender a comer. Es algo que hacemos todos los días y, sin embargo, olvidamos enseñar lo importante que es alimentarse bien. Si ven el proceso desde el principio, aprenden, por ejemplo, cómo se ven las verduras enteras. Los más pequeños las tocan, prueban, juegan, lo que es muy importante para que no cojan manías a la hora de comer. Aunque haya alimentos que no les gusten o rechacen es importante que los prueben, porque hay que enseñar al paladar la variedad de sabores y esto hará que según crezcan les guste más comer cosas distintas. Y si les gusta comer, lo más probable es que les guste cocinar.
Aprender a cocinar ayuda a saber alimentarse
Esto es totalmente cierto. Muchos padres suelen afirmar que sus hijos comen fatal. Pero al preparar ellos los alimentos con sus propias manos y no sentirse presionados, porque los padres cometen a veces el error de obligar a los niños a comer, lo prueban y descubren que les gusta y quedan encantados. Además de ello, se sienten muy orgullosos de lo que ellos mismos crean. Hay expertos que opinan que un curso de cocina en el colegio les vendría bien a los niños. Comemos durante toda nuestra existencia y saber hacerlo bien es, además, muy importante para el cuerpo.
Consejos para motivar el interés de los niños en la cocina
- Empieza poco a poco, enséñales a los chicos pequeñas tareas que no retrasen la preparación de la comida, tales como mezclar o enjuagar los vegetales. Puedes aumentar sus responsabilidades con la edad.
- Prepara junto a ellos su comida favorita y deja que colaboren en las tareas sencillas. Pregúntale cómo decorarían el plato, y deja que liberen su creatividad. También puedes darles un delantal de su personaje de caricaturas favorito, y dejar que lo usen mientras en la cocina.
- Es muy buena idea que de vez en cuando te acompañen a hacer mercado, pues es una ocasión excelente para enseñarles a escoger lo mejor, a ahorrar y llevar alimentos sanos y frescos. Cuando quieran meter algo en el carrito, pregúntales por qué escogen eso y así puedes aprovechar para darles un tip o dos de nutrición sin convertirlo en un sermón.
- Prepara cupcakes, galletas con chispas u otros postres que se divertido decorar, y deja que degusten la crema de las paletas.
- Aprovecha los fines de semana y esos días largos sin colegio y encuentra algunas recetas para ellos que funcionen bien para hacer una comida familiar.