Mood Food: la dieta de la felicidad

Alimentar el espíritu, aprender a cocinar, sentirte bien con lo que comes, hacer una buena digestión, mirarte el espejo y gustarte, son algunos aspectos que bien pueden describir la felicidad, pues se nota en nuestro organismo y se refleja en nuestro aspecto. Esta es la razón de ser del mood food o cocina de la felicidad, una nueva tendencia gastronómica que busca la autosatisfacción a través de la buena comida para mejorar el estado de ánimo, porque una dieta adecuada te puede hacer feliz a diario y hacer que te sientas mejor contigo mismo.

El mood food, que se originó en Japón, es un movimiento que propone incluir en la dieta aquellos alimentos que aportan bienestar y felicidad, independientemente del placer que proporciona su degustación, porque son los nutrientes que contienen los que influyen directamente sobre el estado de ánimo.

A mediados de los años 80 del siglo XX, los científicos del Instituto Tecnológico de Massachusets (MIT) afirmaron que los nutrientes, hidratos, vitaminas, minerales y ácidos grasos de los alimentos que consumimos afectan directamente al proceso cerebral de pensar, percibir y sentir. Por eso, el tipo de dieta que sigas no solo influye sobre tu salud física, sino también sobre tu salud mental, desde el rendimiento intelectual hasta el equilibrio emocional, dependiendo de lo que comas.

El problema es que no siempre se utilizan los alimentos de la manera correcta. En muchas ocasiones liberamos nuestro estrés y ansiedad a través de la comida. Desde muy pequeños utilizamos la comida para celebrar momentos felices, pero también para aliviar el aburrimiento, la depresión o como método para consolarnos en situaciones de tristeza o angustia. Lamentablemente, en esas ocasiones, nuestras elecciones no suelen ser las más acertadas, ocasionando sobrepeso, acumulación de toxinas y bloqueos energéticos.

Alimentos que nos hacen sentir mejor

¿Por qué hay alimentos que nos hacen sentir mejor? La respuesta está en el interior de estos alimentos. Miguel Ángel Almodóvar, sociólogo, especialista en divulgación científica y autor del libro “Mood Food, la cocina de la felicidad” de la editorial Oberon, Anaya aclara:

“Buena parte de las investigaciones se empezaron a centrar en un aminoácido esencial, el triptófano, al descubrir que al tomarlo el cerebro producía una sustancia llamada serotonina”.

Y agrega luego:

“Esta sustancia es la que provoca mayores niveles de tolerancia al dolor, reduce la irritabilidad y mejora la calidad y cantidad del sueño”.

Las endorfinas, la dopamina y la noradrenalina son otra fuente de placer, felicidad y bienestar, cuya producción se ve estimulada al consumir determinados alimentos. Por lo que, tal y como postula el mood food, si deseas que todas estas sustancias se encuentren activas en tu organismo tienes que incluir esos productos en la dieta. De esta forma podrás obtener algunos beneficios como:

• Liberar endorfinas si tomas alimentos picantes, debido a la acción de la capsaicina.
• Sentir mayor placer y desinhibición con el consumo de alimentos ricos en yodo como el marisco, el bacalao, la caballa, el ajo, el salvado de avena, las avellanas o las fresas.
• Estimular tu energía positiva y mejorar tu estado de ánimo con las espinacas, el chocolate o la piña.

Cocinar es un acto de amor

Pero no todo es elegir los alimentos adecuados, sino también crear felicidad en la cocina, como lo sostiene Adriana Ortemberg, cocinera y naturópata especializada en nutrición y alimentación natural, en su libro “ La cocina de la felicidad” de la editoral Urano:

“Se puede crear felicidad en la cocina. No solo porque comer es un acto gratificante, sino también porque, según el amor que se ponga en el acto de cocinar, este se transmite a los alimentos”.

Y es que cocinar evoca un aluvión de sabores y olores, que se asocian con todo lo que tiene que ver con el proceso de preparar la comida y el gusto de comer lo que uno ha hecho. Por ello, el mood food te anima a disfrutar pensando en los alimentos que debes comprar y en la elaboración del menú. Recuerda que, muchas veces, un plato clásico bien preparado cosecha más elogios que las recetas más sofisticadas.

Adriana Ortemberg finaliza diciendo:

“Piensa en cosas agradables mientras cocinas o ponte música que te guste y generarás una energía positiva que irá a parar a lo que sirvas en la mesa”.