Slow Food, lo opuesto a la comida rápida

Slow Food

Slow food es un movimiento internacional que nace en Italia en 1986 y se extiende de forma rápida por todo el mundo.

Opuesto sustancialmente al término Fast food (comida rápida), Slow Food significa comida lenta, más precisamente se refiere a una lucha en contra de los hábitos de la vida moderna, donde la velocidad es la premisa básica, que afecta la manera de vivir y la salud de las personas.

El símbolo que lo caracteriza es el diseño de un caracol, que hace referencia a la lentitud de este pequeño animal, como una figura que simboliza la lucha en contra de la prisa y la velocidad.

Ideas y objetivos

Su claro objetivo es combatir la cultura del Fast Food, posibilitar una vuelta a los sabores, tradiciones y costumbres, disfrutar la comida y aprender a degustar nuevamente los placeres que ésta ofrece.

La vida moderna, el estrés, la falta de tiempo y una oferta inagotable de productos para nada saludables, han generado cambios de hábitos importantes en las personas que pueden perjudicar su salud.

Estas fueron las razones para que nacieran movimientos y asociaciones preocupadas por alentar tanto el uso como el placer de una dieta saludable, en una clara contraposición a la muy popular comida rápida.

Así, Slow Food es un movimiento a nivel internacional sin fines de lucro que se encarga de promover una nueva cultura de “alimentación de calidad”, defendiendo ese derecho de los consumidores, como también el de brindar todo tipo de información sobre el tema. En la actualidad Slow Food cuenta con más de 80.000 socios pertenecientes a 104 países.

Su principal meta es educar para lograr una cultura respecto de la alimentación y el gusto por ésta, objetivo que se consigue a través de la formación de los sentidos por medio de la degustación de los alimentos y del aprendizaje de todas las técnicas utilizadas para la producción de los mismos.

Este movimiento defiende diversas causas, como la denuncia sobre diferentes variedades vegetales y animales que se encuentran en peligro de desaparecer y también, provee información sobre lugares denominados de “Eco-gastronomía”, que representan la unión entre el placer de comer y la ética, poniendo énfasis en la marcada diferencia de sabores, producción artesanal de alimentos, además de diferentes técnicas tanto de pesca como de ganadería sustentables.

Su lucha contra la comida rápida recomienda sentir el placer de deleitarse con un plato ecológico y natural, poniendo énfasis en la defensa de un tipo de agricultura sostenible que respete el medio ambiente, resguardando la identidad cultural de cada pueblo de poder decidir que alimentos desea cultivar y comer.

Filosofía y eventos

Para dar a conocer cuál es su filosofía suelen organizarse eventos como el Salone del Gusto de Turín, el Cheese en Bra y el Slow Fish en Génova, Italia, tambien en Estados Unidos, más precisamente en Denver, se organiza el Westward Slow, el Mercado alemán del Queso, en Nieheim, Alemania y el Aux Origines du Goût, en Montpellier, Francia.

Asimismo, esta organización ha fundado la llamada Universidad de Ciencias Gastronómicas, única en el mundo, que se encarga de realizar investigaciones, contando con prestigiosos expertos internacionales. Posee dos sedes universitarias en Italia, una en Pollenzo y la otra en Colorno, donde asisten estudiantes de todo el mundo, y hay conferencias, encuentros y cursos breves para sus asociados.

Recuperar buenas costumbres en cuanto a la alimentación, consumir platos nutritivos y completos, reviviendo la riqueza gastronómica de cada pueblo o región, es fundamental para una mejor calidad de vida, objetivo primordial del movimiento Slow Food.