Congelar y conservar limones en rodajas

Congelar limones en rodajas es una buena opción cuando se quiere tener siempre a la mano este cítrico para cualquier ocasión.

Congelar limones

Los limones son el acompañamiento perfecto para un vaso de agua helada y el verano es el mejor momento para comprarlos teniendo en cuenta que es por esta época en que están recién cosechados y realmente puede disfrutarse de su sabor dulce y ácido a la vez. Como muchos otros productos, los limones que se compran fuera de temporada no tienen el sabor tan acentuado como el de los frescos. Por suerte, los limones pueden congelarse y conservarse fácilmente, por lo que es posible disfrutar su sabor fresco hasta por varios meses después.

En las recetas de cocina, por lo general, se hace más uso de la piel de los limones que del cítrico completo, por eso, en más de una ocasión, cuando hemos utilizado medio limón o solo un par de rodajas y hemos guardado el resto en el refrigerador y nos hemos olvidado de utilizarlo luego, se nos ha acabado estropeando, cosa que no es conveniente a nuestros intereses.

La solución a este problema es sencilla, pues consiste en congelar los limones en rodajas, es decir, el resto del cítrico que nos queda después de emplear parte de él en una receta o en una infusión. Estas rodajas congeladas nos vendrán bien para luego añadirlas a bebidas e infusiones que tomamos, sobre todo, en los meses en que más frío hace. Además de aromatizar la bebida, contribuye a que esta se enfría más rápido y se pueda beber sin esperar mucho tiempo, algo bueno para los impacientes.

Este truco de cocina también es útil para quienes quieran tener siempre limones frescos, listos para usar sin necesidad de estar congelando los limones cada vez que se requiera utilizar uno. También es un buen recurso para quienes tienen limoneros y no se dan abasto con su cosecha, es decir, que no tienen tiempos para consumir toda su producción.

Los limones congelados pueden regalarse o utilizarse para hacer limones en conserva o crema de limón, también conocida como “lemon curd”. Otra opción es congelar la piel de los limones por un lado y por otro preparar un sorbete de limón que siempre cae bien luego de una copiosa comida en alguna celebración o fecha especial.

Proceso para congelar limones

  1. Corta los limones en rodajas. No intentes congelar los limones enteros a menos que quieras utilizar solo el jugo; de lo contrario, la pulpa interior del limón se volverá viscosa durante el proceso de descongelación.
  2. Coloca las rodajas de limón sobre una placa para horno o una bandeja de tal manera que no se toquen entre sí, pues si están en contacto se congelarán unidas y no podrás retirar una rodaja por vez.
  3. Transfiere la bandeja al congelador y déjala por tres a cuatro horas o hasta que esté completamente congelada. La duración de este proceso depende del grosor de las rodajas de limón.
  4. Retira los limones del congelador y colócalos en bolsas para freezer con cremallera. Déjalas en el freezer hasta que las quieras utilizar; entonces descongela tu rodaja de limón dejándola en un plato dentro del refrigerador.