Variedades de té más saludables

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Origenes de la tradición

Nos remontamos a 618-907 d.C., dinastía Tang, China imperial, para comenzar a hablar de la querida infusión del té. La costumbre de tomar té nace en el sur de China. Rápidamente –debido a su buena relación calidad-precio y a la facilidad de conseguirlo– se extiende al resto de China y a otros países. Se convierte en un estilo de vida adoptado por todos, tanto realeza, nobles como por la gente común.
Muchas culturas como Asia o el Reino Unido la han convertido en su principal bebida. En la actualidad es la segunda bebida más consumida en el mundo, después del agua.

Tipos de té más beneficiosos

La hoja del té aporta múltiples y numerosos beneficios. Diversas investigaciones llevadas a cabo han traído a la luz y reafirmado las propiedades saludables de la hoja del té. Éstas pueden ayudar en distintos aspectos de nuestra salud.

Camellia sinensis es la planta de la que proviene el té; de sus hojas y yemas. Dependiendo del proceso de tratamiento y maduración estaremos ante distintas variedades de té: té verde, té rojo, té negro o té blanco. Los principales países donde se cosecha más té son: China, Nepal, Sri Lanka, Japón, Australia y Taiwán.

1 Té verde

Estamos ante la variedad más consumida en el mundo, incluso se prepara en limonada.
Su aroma es muy suave y sutil.
Es a partir de hojas no fermentadas de las que sale el té verde. Tras ser cosechadas, experimentan el secado y pasan por el tratamiento de calor.
Según estudios realizados por Suzanne Einother, científica de Unilever, ha quedado demostrado que el té verde incrementa la concentración y atención, además de ayudar a prevenir enfermedades degenerativas.
Del mismo modo, estudios de científicos de la Tech University Health Services de Texas, Estados Unidos, han dado como resultado que contribuye al fortalecimiento de los huesos.
Otras de las propiedades del té verde es que ayuda a mejorar las dolencias cardiovasculares, la hipertensión y el colesterol alto.
Puede servir en dietas de adelgazamiento, ya que estimula el metabolismo.
Contribuye a retrasar los efectos del envejecimiento y el desarrollo de células buenas debido a su porcentaje elevado de antioxidantes.
Es un eficaz anticoagulante de la sangre y un magnífico diurético.
Tiene efecto relajante.

Foto cortesía de Tea House Emporium

2 Té amarillo

Concluye su elaboración tras un corto proceso de fermentación y calor seco.
Variedad poca conocida, pero muy apreciado debido a su rareza y escasez.
En la antigüedad, muy destinado en exclusiva al consumo de la familia real. Calificado como el té de las cinco dinastías.
El contenido de minerales como calcio, hierro, fósforo y magnesio convierten al té amarillo en una bebida que aporta energía y resulta vigorizante.
Mejora la capacidad de concentración y la visión.
Favorece la diuresis y con ello la pérdida de peso.
Es un magnífico antioxidante para conseguir una piel sana y tersa.

3 Té blanco

Se elabora con los brotes más tiernos de la planta camomila. Es el menos procesado.
Previene el envejecimiento.
Favorece la reducción de inflamaciones y refuerza el sistema inmunitario debido a sus propiedades antibacterianas y antivirales.

Foto cortesía de Tribute Tea Company

4 Té azul - Oolong

No tan conocido como el té verde, aunque últimamente está ganando adeptos.
Los brotes se secan al aíre libre durante su proceso de semifermentación.
Se ubica a medio camino entre el té verde y el negro.
Ayuda en las dietas de adelgazamiento y favorece las funciones hepáticas.

5 Té rojo

Requiere de un proceso de maduración con el fin de convertirse en apto para el consumo.
Ayuda a la eliminación de líquidos y toxinas presentes en la orina.
Favorece la pérdida de peso, lo que le ha dado el calificativo de diurético y desintoxicante.
Una infusión de té después de las comidas hace más fácil el proceso digestivo.
Como contraindicaciones los tés pueden incrementar el nerviosismo y los problemas para conciliar el sueño.

6 Té negro

Las hojas de camomila o manzanilla pasan por todo el proceso de oxidación, lo que le aporta ese sabor intenso y penetrante.
Puede ayudar a combatir el colesterol, triglicéridos y enfermedades digestivas, estomacales.
Su elevado nivel de cafeína –más que el té verde- puede contribuir a mejorar los niveles de energía y mejorar el estado anímico y depresión.

Cómo preparar una buena taza de té

Elegir un producto de buena calidad.
Tiempo ideal de preparación: entre 2 y 3 minutos.
Temperatura del agua: por debajo del nivel de ebullición. Colocar la bolsa o una cucharada de té en el recipiente a drenar, seguidamente verter el agua caliente sobre ella. Hervir contribuye a perjudicar el sabor y olor del té.
Dejar reposar de 5 a 10 minutos.
Su presentación también es importante. Recomendado recipientes de cerámica o porcelana.
Beber con pequeños sorbos contribuirá a apreciar mejor su sabor y calidad.
Puede ser consumido a cualquier hora del día, no aporta calorías.