Consejos para cocinar saludable

Cocinar sano

La cocina sana no debe ser sinónimo de cocina sosa o aburrida, comer sano es algo que debe estar presente siempre en la gastronomía, sea cual sea su procedencia. Aunque las cocinas tradicionales son muy celosas en sus recetas y el ceñimiento de las mismas, siempre existe la forma de suplir, cambiar o transformar algún ingrediente o forma de preparación para que al final el platillo sea más saludable.

10 interesantes consejos para cocinar sano

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La mayoría de los platillos llevan aceite, ya sean guisos, frituras o algún plato que lleve aderezo, por ello su uso es inevitable, pero entre los aceites de cocina existen muchas diferencias. Cocinar con aceite vegetal no es malo, pero el primer consejo sería suplir cualquier aceite vegetal o manteca por aceite de oliva, y si es extra virgen mucho mejor, ya que el grado de grasas saturadas es bastante menor. En especial si el aceite se agrega crudo, el proceso de fritura siempre genera cambios químicos en la estructura molecular del aceite que lo hacen más peligroso para la salud.

2

Al momento de freír existe un mito, algunos piensan que si se fríe con poco aceite menos daño nos hará, ello es falso. Si uno fríe con poco aceite lo que logra es que éste quede en lo que se fríe, además de cocinarse mal. Para evitar que quede aceite o grasa en el alimento luego de freír, se debe freír en abundante aceite y a la temperatura adecuada. Siempre que se pueda se debe evitar el sobrecalentamiento del aceite de fritura.

3

La sal es el condimento por excelencia, pero el exceso de sal es muy dañino, por eso lo aconsejado es salar al final las comidas, de manera prudente y minuciosa, evitando así el exceso. No olvide que los condimentos refinados son mejores y no llevan impurezas, en la sal sucede lo mismo. Agregar la sal luego de la cocción es una buena manera de consumir menos cantidad de sodio en la dieta. Compruébelo.

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Cocinar sano no solo implica cocinar, sino con qué se cocina, y con ello no nos referimos a los ingredientes; sino que a los utensilios de cocina son primordiales para este menester, y los hay de todos los materiales, pero no todos son tan buenos para nuestra salud. Es ideal ocupar cubiertos de acero (esmaltado también), en ollas de acero, barro, cristal y cerámicas naturales, evite otros materiales. Está en duda el uso del teflón y cualquier tipo de plásticos que guarden contacto con los alimentos. Evite en lo posible el uso del papel film y recurra al lienzo si lo que necesita es dar forma a un matambre o arrollado.

5

Algunas verduras tienen un tiempo de cocción distinto al de las otras, aunque al final parezca igual, por lo que si uno cuece demasiado una verdura, lo más probable es que pierda sus cualidades y vitaminas. Lo ideal es documentarse bien de cada verdura para cocinarla mejor, sacándole así el mejor beneficio posible. Considerar otras maneras alternativas de cocción como la cocción al vapor, es una buena idea.

6

No mezclar en el menú del día carbohidratos con carbohidratos, así como tampoco proteínas con proteínas, trate de ser balanceado en la preparación, por ejemplo, si en el menú de hoy hay patata, no incorpore además arroz.

7

Los productos lácteos tienen grasas animales, por ejemplo, quesos, leche, cremas etc. Para evitar el exceso de grasas saturadas se debe tratar de usar siempre productos lácteos descremados en nuestra cocina. Y, pese a ser de origen vegetal, la margarina o shortening es menos recomendable que la manteca. La margarina puede contener grasas trans como resultado de su proceso de hidrogenación.

8

El azúcar puede ser la pesadilla de muchos, pero hoy en día existen edulcorantes que pueden suplirla, desde la miel y estevia, hasta algún edulcorante especial accesible en cualquier mercado, pero los edulcorantes artificiales deben ser seleccionados con mucho ojo. No compre edulcorantes con ciclamato o sacarina, prefiera otros como los que contienen aspartame. Finalmente ningún edulcorante es inocuo, siendo el más prometedor, la estevia.

9

Integral es una palabra muy conocida en la cocina, pero pocos la usan, si vamos a comer sano podemos optar por lo integral, es mucho más saludable, ya sea pan, arroz o harinas. La razón de esto está en el contenido de fibras y en la conservación de vitaminas en la cáscara.

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Cuando guisamos utilizamos verduras, pero la mayoría quita la cáscara y al hacer esto se le quita un gran porcentaje de valor nutritivo y vitamínico. Lo ideal, en la medida de lo posible conforme la receta, es cocinar las verduras con cáscara.